Abre los ojos y comete el mundo.

Tonterías como una casa



Estrellas fugaces. ¿Sabes? Una vez en el colegio nos dijeron que era una soberana tontería eso de pedir un deseo a una estrella fugaz. ¿Pedir un deseo en un segundo a un trozo de roca carbonizada? Por favor.
— Pues, yo todas las que he visto, he pedido mi deseo, y se ha cumplido.
— ¿A si? ¿Y qué pedías?
Eso no se cuenta, tonto.
¿Sabes que pedí aquél verano, tras ver decenas de estrellas fugaces?
Si, pedí estar contigo.
Siempre.

Pero a fin de cuentas... Quizás si era tontería pedir un deseo a un trozo de roca.

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